Como bien saben ustedes, y si no se enterarán al leer este artículo, estamos en plena conmemoración por los 1700 años de la celebración del Concilio de Nicea, primero de los ecuménicos.
Arrio era un presbítero influyente en Alejandría, conocido por su elocuencia, su formación filosófica y su capacidad para atraer seguidores tanto entre el clero como entre los laicos. Su tesis era tan clara como errónea: el Hijo de Dios no es eterno ni de la misma esencia que el Padre. Según él, si Dios es absolutamente único e ingenerado, no puede compartir su esencia con otro ser. Por tanto, el Hijo -aunque exaltado y anterior a toda la creación- fue creado por el Padre antes de los siglos, y por tanto hubo un tiempo en que el Hijo no existía. Para Arrio, esto no rebajaba a Cristo a un mero ser humano, pero sí lo situaba por debajo del Padre, como criatura intermedia entre…
Autor: Luis Fernando Pérez Bustamante
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…
Consejos para una llevar una vida Cristiana
Llevar una vida Cristiana que agrade a Nuestro Creador y a Nuestra Madre, no es difícil, y menos aburrida, como muchos pueden creer. Sin embargo, necesita dedicación. No basta con…
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Los orígenes de Halloween se remontan a los ritos que se hacían los sacerdotes druidas celtas para ofrecer al dios de los muertos. En ellos sacrificaban a personas. Y nosotros los cristianos a quien servimos, celebramos, adoramos y amamos, es al Dios de los vivos… seguir leyendo