Suena el teléfono y aparece en la pantalla un número desconocido.
– Dígame.
– ¿Es usted D. Jorge?
– Sí, dígame.
– No sé si se acordará de nosotros, soy Pepita Garcifernández, de la parroquia de X. La verdad es que nosotros nos acordamos mucho de usted, no se crea.
– Huy, sí, cuantísimo sin saber de vosotros. ¿Qué es de vuestra vida?
– Pues nada, todo bien. Le llamo porque la niña se casa el mes que viene y siempre hemos dicho que nos gustaría que esa boda la oficiase usted, porque, a pesar de tanto tiempo, seguimos teniendo un recuerdo estupendo de cuando fue nuestro párroco.
Autor: Jorge González Guadalix
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…
Encontraron en Dios, la libertad y paz interior que tanto necesitaban
Los mensajes de Dios llegan en el momento menos esperado. Aunque muchas veces, hemos escuchado historias de conversión precedidas por fuertes acontecimientos, como accidentes o enfermedades, también existen conversiones, gracias…
¿Cómo ayudar a las Almas de tu familia en el Purgatorio a llegar al Cielo?
“No basta ser santo ante los hombres, sino que hay que serlo delante de Dios. ¡Recen por mí!”. Palabras impactantes del Monseñor Marengo, Obispo de Carrara, a una religiosa de María Auxiliadora…



















