El 20 de abril, a los 72 años de edad, murió Vicky Thorn, católica y pionera defensora de la vida, oradora internacional y miembro de la Pontificia Academia de la Vida. Estaba casada, tenía seis hijos y 17 nietos.
El arzobispo de Milwaukee, Jerome E. Listecki, elogió el trabajo de Vicki Thorn, que con sus retiros y terapias ofreció a una multitud de hombres y mujeres la sanación y el perdón de Dios. “La vida de Vicki estuvo dedicada a una sola misión: atender a hombres y mujeres heridos por el aborto. Como fundadora del Proyecto Raquel, ella sola creó un ministerio de sanación posterior al aborto en un momento en que no existía ninguno”, reconoció el arzobispo.
Proyecto Raquel nació para ayudar a mujeres dañadas por haber abortado, arrepentidas o golpeadas por el síndrome postaborto. Años después impulsó que también los hombres pudieran acogerse a retiros y encuentros de sanación de las heridas del aborto: hombres arrepentidos de haber incitado al aborto, pero también hombres heridos por no haber podido salvar a sus hijos o nietos por nacer.
Los retiros de Proyecto Raquel y su ministerio de sanación empezaron en la diócesis de Milwaukee, pero luego se extendieron por todo el mundo e inspiraron a los provida de numerosos países. En España se pueden contactar en www.proyecto-raquel.com. En Estados Unidos cuenta con una web en español: EsperanzaPosAborto.org .
El nombre se tomó de la desgarradora escena del libro de Jeremías (Jer 31,15): “¡En Ramá se oye el sonido de sollozos, llanto amargo! Raquel llora por sus hijos, se niega a todo consuelo, porque sus hijos ya no existen«.
Vicky Thorn, creadora de Proyecto Raquel, en 2021.
La primera experiencia con una amiga adolescente
Vicki era una adolescente católica en una zona rural de Minnesota cuando una amiga cercana le dijo que el año anterior ella había abortado, pese a que aún era ilegal. La madre de la chica lo había arreglado todo. Vicki entendió que el aborto no solo era inmoral e injusto con el bebé, sino que dejaba secuelas y daños también en las mujeres. «Fue una experiencia que me cambió la vida, al comprender que el aborto no era un evento trivial, que dejaba huellas enormes en la vida de las personas, un dolor enorme”, reconoció en numerosas ocasiones.
Empezó a defender la vida en los años 60, una pionera provida cuando el aborto era ilegal en casi todo Estados Unidos y el movimiento provida en realidad aún no existía.
Sanar el trauma en mujeres y hombres
Después, ya en los 70, como psicóloga, empezó a tratar con las mujeres a las que aborto hería. Y más adelante con los hombres heridos por esta cruel práctica, un tema que para muchas personas es aún un tabú. También los hombres, decía, sufrían las fases de ira, rabia, frustración, arrepentimiento y tristeza por haber permitido o impulsado abortos. «Les cuesta aceptar que han mirado para otro lado”, explicaba ella.
El trauma del aborto lleva a hombres y mujeres a una actitud autodestructiva: alcohol, drogas, relaciones tóxicas y dañinas y adicciones sexuales. Los hombres arrepentidos pueden hacerse sobreprotectores con sus hijos, angustiados. Las mujeres arrepentidas desarrollan los síntomas del trauma post-aborto. Todos necesitan terapia, poder verbalizar lo que hicieron, reconocerlo, a menudo poner nombre al hijo que no dejaron nacer, y abrazar el perdón de Dios.
Reconocimientos a una pionera provida
Muchos líderes provida señalan la relevancia del trabajo de Vicky Thorn. Kristan Hawkins, de Students for Life, escribió en Twitter que “un coro de voces no nacidas debe haber dado la bienvenida a esta dulce alma a las puertas del cielo”. Y añadió: «fue una firme defensora de los más pequeños. Ella cambió el movimiento pro-vida para mejor, y nos esforzaremos por continuar con su legado en la Generación Pro-Vida”.
En el Twitter de Pro-Life Wisconsin reconocían que fue una fuerza para el bien y siempre será recordada. “Como fundadora del Proyecto Raquel, Vicky llevó a más personas que han tenido un aborto a un lugar sanador que ningún otro humano sobre la tierra», apuntaban.
Proyecto Raquel era necesario y se extendió como la pólvora
Vicky se casó con William Thorn y se establecieron en Milwaukee, donde él enseñaba periodismo en la Universidad católica de Marquette. Ella era la copresidenta de Respeto a la Vida de la diócesis. Vicky se tituló en psicología en la Universidad de Minnesota, se especializó en atención de traumas y creó Proyecto Raquel desde la diócesis en 1984. Era algo novedoso que unía a sacerdotes especialmente capacitados, directores espirituales y cuidadores para ofrecer sanación al trauma del aborto. Enseguida sus retiros y servicios se extendieron a otras diócesis.
Vicky Thorn, de Proyecto Raquel, y su marido, rezan en la iglesia. El proyecto nació en su oficina diocesana y se extendió por todo el mundo.
En 1990, Vicky fundó la Oficina Nacional de Reconciliación y Sanación Post-Aborto (NOPRAH) en Milwaukee para implantar Proyecto Rachel por todo EEUU y en países extranjeros. Vicky dejó la dirección en noviembre de 2020, y este ministerio de sanación en EEUU hoy está a cargo de la Conferencia Episcopal. En 2009 difundió su libro Proyecto Rachel, el rostro de la compasión, fruto de años de trabajar con personas heridas por el aborto.
Desde 2008, Vicki y su marido eran caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén, y en 2009, recibió el Premio People of Life de los obispos de EEUU. El Papa Francisco la confirmó en 2017 para la Academia Pontificia para la Vida.
En julio de 2021, el Centro de Ética y Cultura de la Universidad de Notre Dame le concedió la Medalla Evangelium Vitae. Mary Hallan Fiorito, portavoz del centro, dijo: “Ella es alguien que puede ver a Cristo en cada persona que encuentra. Desarrolló una forma nueva de ver la cuestión del aborto, de ver a la mujer para poder ayudarla tal como está».
En un vídeo con motivo de ese premio, Vicky explicaba: “Varias veces una mujer se me ha acercado y me ha dicho ¡¿Puedo darte un abrazo?’ Y simplemente envuelve sus brazos alrededor de mí y me abraza muy fuerte, y me susurra al oído, ‘Gracias’. Y sé cuál es la historia: tuvo un aborto y el Proyecto Rachel la restauró”.
Los que la conocieron creen que ahora recibirá muchos más abrazos en el Cielo.
Lea aquí la experiencia de Mª José Mansilla, de Proyecto Raquel en España, con Vicky Thorn