Permítanme que les cuente algo que solo se comprende desde dentro de una zona hostil, donde el humo de explosiones, los vehículos blindados en alerta y los helicópteros de reconocimiento marcan el ritmo del día, y donde cada decisión se mide en segundos y consecuencias. Allí se mueve un trío que funciona como un ecosistema de supervivencia: los militares con su doctrina de seguridad, patrullas de control de área y perímetros vigilados; los periodistas con sus protocolos de cobertura, reportes de situación y cadenas de verificación de fuentes; y los misioneros con su logística humanitaria, asistencia espiritual y acompañamiento en terreno crítico. Cada uno tiene una misión distinta, pero todos comparten un principio moral irrenunciable: lo más hostil no es la metralla ni la incertidumbre del conflicto, lo más hostil sería dejarles desprotegidos, mudos y sin consuelo……. Continuar leyendo
Autor: Matilde Latorre de Silva
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