Al hablar de «mis» derechos, me encuentro en una situación semejante a la que plantea la pregunta de si «mi vida es mía». Quien ponga en juego su «mirada profunda», advertirá pronto que cada uno de sus derechos surge de un deber.
Cuando tengo el deber de superar un examen, me veo asistido del derecho de contar con un profesor que me oriente acerca de cómo prepararlo y me facilite los medios para ello. Contar con los medios es mi derecho, pero el movilizarlos con el esfuerzo correspondiente es mi deber.
Al subir al nivel 2 –el de la creatividad y el encuentro–, nos sentimos llevados a crear relaciones de encuentro con otras personas y con las obras culturales que la humanidad ha creado para fundar relaciones de unidad cualificada con el entorno. Para realizar estos deberes, nos vemos dotados de ciertos derechos correlativos, que constituyen en conjunto lo que llamamos «la…
Autor: Alfonso López Quintás
Los 12 pasos que nos llevan a la esclavitud del orgullo, según San Bernardo
El orgullo es un pecado que puede manifestarse de diversas formas y llevarnos por un camino de autodestrucción espiritual. Continúa leyendo este artñiculo para conocer cuales son los pasos que…
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…