Al hablar de «mis» derechos, me encuentro en una situación semejante a la que plantea la pregunta de si «mi vida es mía». Quien ponga en juego su «mirada profunda», advertirá pronto que cada uno de sus derechos surge de un deber.
Cuando tengo el deber de superar un examen, me veo asistido del derecho de contar con un profesor que me oriente acerca de cómo prepararlo y me facilite los medios para ello. Contar con los medios es mi derecho, pero el movilizarlos con el esfuerzo correspondiente es mi deber.
Al subir al nivel 2 –el de la creatividad y el encuentro–, nos sentimos llevados a crear relaciones de encuentro con otras personas y con las obras culturales que la humanidad ha creado para fundar relaciones de unidad cualificada con el entorno. Para realizar estos deberes, nos vemos dotados de ciertos derechos correlativos, que constituyen en conjunto lo que llamamos «la…
Autor: Alfonso López Quintás
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…
8 Claves para activar y acercar más fieles a nuestra parroquia
Ahora es cuando se necesita recuperar la vida Espiritual y la Fe, que nos llevará a la felicidad y tranquilidad anhelada. En este artículo te daremos algunas ideas…seguir leyendo



















