El terrible enfrentamiento entre la envidia y la contemplación de lo superior. El demonio puede hoy perder muchas partidas.
Redacción (04/11/2022 17:31, Gaudium Press) Admirar, mirar hacia algo que se reconoce como superior, como especialmente bello o bueno, deleitarse en esa contemplación. Quién no ha sentido ese dulce y casto placer, aunque fuera en la lejana e inocente infancia.
Es el vuelo raudo y brillante de un colibrí, o la solemnidad del paso y el imponente rugido de un león. Serán los trazos de una artística catedral, o unas verdes y tapizadas colinas, o aquel hombre con esa inteligencia particularmente brillante: todo esto puede causar y debe causar admiración, y muchas veces nos la causó.
Pero personalmente recibí una no agradable y clarificante sorpresa cuando un día el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira nos recordó el aforismo de Bossuet, de que la envidia –…
Autor: Saúl Castiblanco

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