No hay nada firme en la ciencia médica que muestre que cambiar de sexo (hormonar y mutilar su cuerpo de forma irreversible) ayude de verdad a niños o adolescentes.
Se están haciendo leyes en todo el mundo a partir de un par de estudios defectuosos y diminutos. La base científica a favor del llamado «enfoque afirmativo» es escasa, y a favor de la hormonación y mutilación de menores amputándoles genitales o senos, menos aún.
Varios países han aprobado -y dejado con poca supervisión- a la industria del cambio de sexo basándose siempre en un par de estudios, los llamados «estudios holandeses».
Son dos estudios antiguos, con apenas 70 personas estudiadas y con fallos claros: esconden los efectos adversos, dejan fuera los casos problemáticos y aseguran, sin demostrarlo, que se acababa así con la «disforia de género». Y los estudios posteriores en la misma línea también son…
Autor: Pablo J. Ginés
Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…



















