Pasados 11 días tras las desastrosas inundaciones y riadas de Valencia, la bicicleta se perfila como una gran aliada para repartir ayudas, coordinar servicios y, pronto, para facilitar a algunos afectados el acercarse a puestos de trabajo o de asistencia.
Se calcula que las riadas destrozaron unos 100.000 coches, seis de cada diez que había en la zona. Los que no fueron afectados, simplemente, no pueden entrar en zonas atascadas de barro y escombros. La bicicleta sí consigue llegar a muchos de estos sitios.
Ya el día 4, Sant Joan de Déu Valencia anunciaba sus servicios de reparto y atención en bicicleta. Es el centro de asistencia a personas sin hogar de la Orden de San Juan de Dios en la ciudad del Turia, en funcionamiento desde 1992. Hasta ahora, atendían a unas mil personas al año. En unos días, el concepto «personas sin hogar» se ha tenido que ampliar para incorporar…
Autor: ReL
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