Mientras casi todas las democracias del mundo mantienen un sistema de aconfesionalidad y libertad de expresión, en el cual las entidades religiosas y sus líderes pueden participar libremente en el debate social y político, México mantiene un peculiar sistema de laicismo radical con una norma que castiga específicamente a los clérigos que orienten el voto.
La norma permite criticar las actividades del Gobierno o de los políticos, pero no permite pedir que no se vote al partido del Gobierno (ni hablar del voto en relación con ningún partido).
En concreto, como ha recordado este 19 de enero la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de México, a los ministros de culto en México “se les prohíbe realizar proselitismo a favor o en contra de algún partido político, de alguna candidatura o de alguna asociación política, con el fin de salvaguardar los principios del sistema democrático mexicano”.
En las elecciones federales de 2021 diversos clérigos pidieron un voto católico en defensa de la vida, la familia y el bien común. Pero algunos concretaron apenas un poco más.
Multas por hacer «proselitismo contra un partido»
Se ratifica que será multado el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara, porque el 1 de junio pidió no votar a quienes “están en el poder”. Eso sería «proselitismo en contra de un partido», según el tribunal.
En concreto, Sandoval advertía que con este Gobierno “se viene la dictadura o se pierde la libertad porque se trata de un sistema comunista, socialista que esclaviza”. Y advertía que estaba en juego «la familia, el bien de la familia y de la vida, porque este gobierno ha adoptado la ideología de género”.
[Es interesante el artículo de 2020 del cardenal Sandoval: El comunismo que viene para México, aquí]
Otro clérigo cuya multa se ratifica es el P. Mario Ángel Flores Ramos, exrector de la Universidad Pontificia de México (UPM). Se le castiga por su conferencia “La Doctrina Social de la Iglesia y el compromiso político en las elecciones del 6 de junio”. Cuando la pronunció aún era rector de la universidad. Dijo: “no demos más poder a quien no ha sabido usarlo para el bien común” y “no brindemos más confianza a quien se dedica a dividir, no a unir, no a desarrollar”. No mencionó ningún partido, pero el tribunal entiende que hacía proselitismo contra Morena, el partido de izquierdas en el poder.
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En un comunicado difundido el 19 de enero, el TEPJF explica que ambos clérigos “de manera inequívoca, pretendieron inducir al voto en contra de una opción política y se realizaron a través de redes sociales, es decir, medios de comunicación masiva que trascendieron a la ciudadanía”.
Ahora el Gobierno (más en concreto la Secretaría de Gobernación) debe establecer en qué consiste la multa contra el cardenal y el ex-rector: puede ser una simple amonestación o puede ser una multa de 150.000 dólares (3 millones de pesos mexicanos).
Hay otros clérigos que también fueron juzgados en noviembre de 2018, por pronunciarse en esas elecciones: el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México; el obispo de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo; y el P. Ángel Espinosa de los Monteros, sacerdote de la congregación de los Legionarios de Cristo.
Ahora el TEPJF retira la multa contra el obispo de Cancún porque “no es posible identificar a una fuerza política específica a la que se pretendiera beneficiar o perjudicar”.
¿Libertad de expresión?
El TEPJF no menciona nada de los casos del cardenal Aguiar ni del P. Espinosa de los Monteros.
Fueron diputados de Morena -el partido gobernante, contrario a la defensa de la vida y la familia- quienes llevaron a los tribunales a estos clérigos. Aunque luego el partido retiró las quejas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió continuar con el proceso judicial.
Multar a clérigos por hablar del voto encaja mal con la libertad de expresión. Ya el 21 de noviembre de 2021 el secretario general de los obispos mexicanos, Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, dijo que la sentencia iba «en contra de la libertad de expresión que México ha firmado en tratados internacionales”.
Y añadió: “Hoy nos quieren callar por defender esa Verdad. Seamos verdad, coherentes y vivamos en la libertad del Evangelio”.