Quien se depara por vez primera con las palabras de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego, no puede dejar de conmoverse con la dulzura con la que la Madre de Dios lo trata.
Redacción (12/12/2024, Gaudium Press) Quien se depara por vez primera con las palabras de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego, no puede dejar de conmoverse con la dulzura con la que la Madre de Dios lo trata.
Nuestra Señora, en la primera aparición del 9 de diciembre de 1531, va hasta él y lo llama diciendo: “Juanito, Juan Dieguito («Juantzin, Juan Diegotzin»)”. Luego lo trata de hijito pequeño: “Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿adónde vas?”.
Después, –tras anunciarle que es “la siempre Virgen Santa María” y expresar su deseo de que ahí en el Tepeyac se erija un templo en el que se la venere– se le anuncia como “vuestra piadosa madre”. En ese templo Ella quiere…
Autor: Saul Castilblanco Mosos
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