Autor: Pedro Trevijano
El derecho a la vida es el derecho humano fundamental, hasta el punto de que todos los demás derechos se apoyan en él, porque si no estoy vivo, no los necesito para nada. La finalidad natural, primaria y principal de la medicina y del progreso científico-técnico es la defensa y la protección de la vida, no su eliminación.
Pero en los últimos tiempos se han desarrollado iniciativas legislativas que, en lugar de defender el derecho a la vida, promueven la muerte como solución a los problemas, reconociéndola como derecho.
Es cierto que nuestra ley del aborto, haciendo gala de una gran hipocresía, sostiene nada menos que cinco veces el derecho del feto a la vida con su afirmación: “La vida prenatal es un bien jurídico merecedor de protección”. Pero para defender lo contrario le basta una sola frase, la del artículo 3, apartado. 2: “Se reconoce el derecho a la maternidad libremente…