Autor: redaccioninfovaticana
(Catholic World Report/Larry Chapp) No me opongo a una Iglesia más «sinodal». De hecho, acogería con agrado cualquier distanciamiento del culto moderno al hiperpapado que considera al pontífice como un Oráculo de Delfos en el Tíber que debe controlar todos los aspectos de la vida de la Iglesia. Hay muchas pruebas de esta hipertrofia del papado, pero por poner un ejemplo reciente se puede mirar al motu propio Traditionis Custodes, que contiene instrucciones que regulan cuándo y dónde se pueden anunciar las misas tradicionales en los boletines parroquiales.
Estoy completamente a favor del ministerio petrino en la Iglesia, pero dudo mucho que Cristo pretendiera que la roca del papado actuara como un padre helicóptero abalanzándose a regular hasta el último detalle de la vida parroquial. Más importante aún, no creo que Cristo pretendiera que la roca del ministerio petrino…