Stephen Sammut, PhD,
(ZENIT Noticias – Crisis Magazine / Steubenville, 11.04.2025).- La parábola del hijo pródigo es sin duda una de las más conmovedoras sobre la misericordia, el amor y el perdón de Dios. Es una parábola de esperanza si estamos dispuestos a admitir nuestras deficiencias y a reconciliarnos con Dios. Sin embargo, hay un aspecto inquietante en las homilías que a menudo se escuchan sobre esta parábola; un aspecto que, en mi humilde opinión, refleja un énfasis excesivo en conceptos psicológicos por encima de la realidad espiritual y la responsabilidad personal.
Cuando esta parábola aparece en el calendario litúrgico, no es raro escuchar homilías que, explícita o implícitamente, se centran significativamente en nuestras relaciones personales con nuestros padres y cómo esto influye en la relación con Dios Padre. A menudo parece como si la…
Autor: Redacción Zenit
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