La Iglesia es mi madre. Soy hija de la Iglesia, acogiendo todo lo que en ella ocurre. El gozo y la alegría de sus miembros, el cansancio y la fatiga de los que se entregan, la tristeza de los que la abandonan, el dolor de los que la acusan, y de aquellos que dentro de ella, no viven la coherencia de su llamada.
Autor: Belén Sotos
8 Claves para activar y acercar más fieles a nuestra parroquia
Ahora es cuando se necesita recuperar la vida Espiritual y la Fe, que nos llevará a la felicidad y tranquilidad anhelada. En este artículo te daremos algunas ideas…seguir leyendo
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…



















