Un hombre maduro es aquel capaz de, con su inteligencia, voluntad y sensibilidad, producir cosas más excelentes.
Foto: Esperanza Doronila/ Unsplash
Redacción (22/04/2024, Gaudium Press) Muchos han tenido la experiencia –ciertamente nada agradable– de saborear una fruta aún verde. El color indefinido, la consistencia cuestionable y el sabor amargo bien pueden caracterizar esta sensación. De hecho, todo el atractivo de la piel, el jugo de la pulpa, la riqueza de la semilla y, por supuesto, el sabor, sólo se materializan cuando el fruto está completamente maduro y, por tanto, cuando ha desarrollado todo lo que contiene.
Sin embargo, no es posible que la fruta madure sin pasar por el sol, la lluvia, el viento y diversos tipos de clima natural.
Ahora bien, con el hombre ocurre algo parecido: entre la fruta inmaduro y la poca experiencia de niños y jóvenes, y el fruto maduro y…
Autor: Saúl Castiblanco
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…

















