Autor: Pedro Trevijano
Cuando hace ya bastantes años leí que una universidad sueca había hecho una serie de estudios para llegar a la conclusión que lo mejor para un niño era una familia monógama y estable, no pude por menos de pensar que para ese viaje no se necesitan alforjas, lejos de pensar que en pocos años mucha gente, aparentemente seria e ilustrada, iba a demostrar su total ausencia de sentido común intentando destruir a la familia.
“Un hombre y una mujer unidos en matrimonio forman con sus hijos una familia. Esta disposición es anterior a todo reconocimiento por la autoridad pública; se impone a ella” (Catecismo de la Iglesia Católica nº 2202). El matrimonio y la familia son ciertamente el fundamento básico de la sociedad, su célula primordial, el núcleo fundamental de la convivencia humana, el lugar privilegiado de aprendizaje de los valores morales, espirituales y religiosos, lo que permite crear…