En algunas diócesis ha sido desgraciadamente frecuente un recurso tan cómodo como ilegítimo: fomentar que Roma acepte la dimisión voluntaria del estado clerical de sacerdotes acusados de abusos o delitos graves con el pretexto de “resolver” cuanto antes un asunto incómodo. Con esta vía de escape se evita abrir un proceso penal canónico, se prescinde de documentar los hechos y se cierra el caso en falso, como si todo quedara reducido a una simple renuncia administrativa.
Esta práctica, que desgraciadamente se ha tendido a ensayar en casos especialmente embarazosos, constituye un fraude a la justicia eclesial y una afrenta a las víctimas. El Código de Derecho Canónico es claro: la pérdida del estado clerical no es un derecho automático del sacerdote, sino una concesión que puede darse por rescripto pontificio, pero jamás como artimaña para escapar de un proceso…
Autor: Miguel Escrivá
¿Sabes lo que sucede durante la celebración de la misa?
Te presentamos una selección de videos y contenido para que puedas conocer qué pasa mientras asistimos a misa, las cosas que suceden y que no podemos ver con nuestros ojos, pero que no por… seguir leyendo
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…