Vivimos tiempos convulsos en los que algunas espiritualidades, algunas formas de concebir la Iglesia e, incluso, algunos miembros de la jerarquía, en su afán por mostrarse cercanos y acogedores, acordes con el mundo y las ideologías modernas, han caído en una poderosa trampa: la dictadura de los pobrecitos. No se me interprete mal. No me refiero a los bienaventurados pobres de espíritu que proclama el Evangelio, esos que reconocen su miseria y confían en Dios y en la gracia santificante como fuerza para ser sal y luz verdaderas. Me refiero a la proliferación de un victimismo buenista e inclusivo que, disfrazado de espiritualidad, ha convertido la Iglesia en un centro de terapia emocional o un coladero donde todo es posible, donde el pecado ya no se combate, sino que se pasa sobre él como sobre ascuas encendidas.
Autor: José Carlos Súbtil
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
8 Claves para activar y acercar más fieles a nuestra parroquia
Ahora es cuando se necesita recuperar la vida Espiritual y la Fe, que nos llevará a la felicidad y tranquilidad anhelada. En este artículo te daremos algunas ideas…seguir leyendo