Autor: redaccioninfovaticana
Encontré un amigo en la farmacia cuando iba a buscar mi receta de la Seguridad Social. Hacía tiempo que no lo veía y le pregunté cómo le iba. Me respondió: “Ya ves lo que vengo a buscar: paroxetina y alprazolam; si sabes para qué sirven, ya imaginarás cómo me va”. Sí, por desgracia también sé para qué sirven: antidepresivos y ansiolíticos, muy populares en estos tiempos.
Le invité a tomar un café en la esquina y nos sentamos a conversar, una de tantas conversaciones de jubilados. Me contó su historia, y es la historia de algunos, no de muchos, pero es interesante:
“Ya conoces mi problema, hemos hablado a veces de ello. Me tomo la vida demasiado en serio. No me interesa lo que generalmente se conoce como ‘pasarlo bien’, ‘divertirse’, ‘pasar el tiempo’… Lo que más me ha interesado siempre en la vida es entender. Entender qué hago aquí, en el…