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REDACCIÓN CENTRAL, 03 May. 22 (ACI Prensa).-
Hoy, 3 de mayo, la Iglesia recuerda a los santos apóstoles Felipe y Santiago, quienes formaron parte del grupo de discípulos más cercanos a Jesús, los Apóstoles. Ambos coronaron sus vidas, dedicadas al anuncio de la Buena Nueva, a través del martirio. Ese fue el signo de su fidelidad absoluta al Maestro, Jesús de Nazaret.
Felipe
Felipe nació en Betsaida y antes de seguir a Jesús fue discípulo de Juan el Bautista. Fue uno de los primeros llamados por el Señor.
Felipe aparece en varios pasajes de la Escritura: fue él quien preguntó al Señor: “¿Cómo vamos a darle de comer a tanta gente?” (Jn 6, 5-7) preocupado por aquellos que siguieron al maestro y no tenían qué comer. A él se dirigió un grupo de paganos que deseaban conocer al Señor (Jn 12, 20-22). Además, Felipe fue quien le pidió a Cristo que le “muestre al Padre” (Jn 14, 8-11) mientras compartían en la última cena.
Después de la Ascensión, junto al resto de apóstoles y la Virgen María, Felipe recibió el Espíritu Santo en Pentecostés. Posteriormente partió a la región de Frigia (ubicada hoy entre Turquía, Hungría, Ucrania y el Este de Rusia) para anunciar la Buena Noticia a las gentes de esas tierras.
San Felipe murió apedreado y crucificado en Hierápolis. En el siglo VI sus reliquias fueron llevadas a Roma y colocadas en la Basílica de los Doce Apóstoles. Antiguamente el martirologio romano celebraba su fiesta el 1 de mayo, pero esta se desplazó al día tercero del mes.
Santiago
En la Escritura Santiago recibe el sobrenombre de “el Hijo de Alfeo”; también…
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