REDACCIÓN CENTRAL, 11 May. 23 (ACI Prensa).-
San Francisco de Gerónimo fue un misionero jesuita al que llamaban "el apóstol de Nápoles"; célebre por su incansable trabajo en favor de la conversión de los pecadores, a quienes buscó a ejemplo del Buen Pastor que va en busca de la oveja perdida.
Francisco abrió su corazón para que Dios infunda en él amor por los pobres, los enfermos y los oprimidos. Ese corazón que el Señor moldeó anunció su Palabra a tiempo y a destiempo, mediante la palabra y la acción.
Francisco de Gerónimo nació el 17 de diciembre de 1642 en Grottaglie, una ciudad del sur de Italia. A los 16 años entró al colegio de Tarento, donde permaneció bajo la tutela de la Compañía de Jesús.
En aquel lugar estudió humanidades y filosofía, y tuvo tanto éxito con los estudios que el obispo lo envió a Nápoles para que asistiera a conferencias de Teología Canónica…
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