Autor:
Redacción Central, 26 Jun. 22 (ACI Prensa).-
André Silvestre, un hombre brasileño de 64 años, repite todos los días la misma rutina: sale de su casa a las 5:30 a.m. para recolectar latas y botellas de plástico, separarlas, triturarlas, venderlas, y donar las ganancias a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
ACN financia en la actualidad un total de 5.298 proyectos pastorales y de emergencia en 132 países de necesidad, en favor de miles de cristianos necesitados, discriminados y perseguidos.
Silvestre, un benefactor de ACN que vive en Caçapava (Sao Paulo), dijo que con esta acción solidaria “todos ganan”, especialmente él.
“Estoy mucho más saludable desde que comencé a hacer ejercicio por las mañanas, incluso he perdido algunos kilos que me perseguían desde que me casé”, contó a ACN.
Silvestre no necesita hacer este trabajo para subsistir, ya que…