«¿Quién dijo que el hombre no podía opinar sobre el aborto?» Fue la pregunta que llevó al norteamericano Andy Griffith a buscar sin éxito una organización de varones conscientes de que el lema «mi cuerpo, mi decisión» es del todo equivocado. Especialmente por los miles de padres que asisten impotentes al asesinato de sus hijos. Sintiendo que «tenía que hacer algo», Griffith fundó Prolife man, una iniciativa pionera que aglutina a miles de «guerreros provida» y que, bajo el lema «nunca más callados», ofrecen nuevas perspectivas y estrategias al movimiento provida.
Desde la aprobación de Roe vs Wade en Estados Unidos, cerca de 64 millones de niños han sido asesinados mediante el aborto, un 60% de los hombres que ayudaron a sus parejas a tomar esta decisión se sienten culpables y un 30% se arrepienten.
Cuando Andy Griffith fue consciente de estas cifras, supo que no podía permanecer indiferente y decidió dar un paso adelante. «Estaba convencido de que necesitaba hacer algo en el movimiento provida. Necesitaba salvar a los bebés del aborto. Busqué en internet grupos provida centrados en los hombres y no encontré nada», relata.
Al investigar sobre cómo el aborto y la lucha provida involucra a los hombres, Griffith descubrió que buena parte de ellos se han desentendido y asumen que «no tienen voz en esta decisión porque el cuerpo [embarazado] es el de la mujer».
Mientras, veía infinidad de casos de hombres cuyos hijos iban a ser abortados. «Querían quedarse con su bebé, incluso se ofrecen a criarlos ellos solos, pero sus esposas, novias y parejas no les hacen caso ni les dejan opinar. Los hombres también se ven afectados por el aborto y [con nosotros] pueden llorar a ese niño perdido», expresa.
Un caso especialmente mediático fue el de Francisco Spadding, que relatamos en Religión en Libertad.
Andy Griffith, fundador y director de prolife man.
De forma casi inmediata, Griffith compró el dominio de Prolife man. Hoy, este movimiento se dirige a más de 20.000 personas en los Estados Unidos.
«Fundé Pro Life Man para involucrar a los hombres en el debate del aborto, para alentarles a ser una voz para los que no tienen voz, para llamarles a defender a los débiles y para ayudar a los que están de duelo por la pérdida de un niño por nacer», explica en el portal.
Tres años después, Griffith describe algunos rasgos que diferencian su organización de cientos de iniciativas provida de todo el mundo. Entre ellas:
1º Es una iniciativa «de hombres y para hombres»
Bajo el lema Nunca más callados, los militantes de Prolife man pretenden cambiar la idea de que «como los hombres no tienen útero no pueden opinar sobre el aborto» y lograr que dejen de ser los grandes silenciados en el debate del aborto.
«El aborto mata a un niño, y si esa es mi opinión, no puedo quedarme callado y quiero animar a otros hombres a que no permanezcan silenciados. Nuestra primera misión es ser la voz de los hijos e hijas no nacidos», explica a Monroe News.
2º Tiene una ambientación épica y militante
Uno de los aspectos que Prolife man aporta de forma pionera en los Estados Unidos es una óptica masculina de la militancia provida dirigida a un público masculino, con especial énfasis en el activismo digital de la imagen y del día a día.
«Por lo general, las iniciativas próvida son muy femeninas. Nuestra marca y marketing es muy masculino y tiene un aire militante que hace vibrar a muchos hombres«, explica. Un ejemplo son sus camisetas, con mensajes como Guerrero próvida o Defiende al débil.
Una de las camisetas de Prolife man, que puedes adquirir aquí.
Por el momento, la actividad principal de la organización hace especial énfasis en las redes sociales y medios de comunicación (están presentes, además de su blog y web, en Facebook, Instagram y YouTube y también participan en radio y podcasts nacionales y publicaciones en otros blogs) y acuden frecuentemente a marchas y eventos locales.
También tienen éxito sus campañas de memes aprovechando las temáticas y tendencias frecuentes en redes sociales: «Nos involucramos en la cultura popular y añadimos un mensaje provida. También refutamos los mensajes a favor del derecho a decidir y a favor del aborto».
La junta de la organización está formada por profesionales sanitarios y médicos autorizados en el entorno próvida, lo que les permite aportar multitud de argumentos desde el punto de vista médico.
Los miembros de «Prolife man» dedican gran parte de su trabajo a obtener sólidos y científicos argumentos provida para apoyar a hombres afectados y convencer a partidarios del aborto.
3º Asiste a los afectados por el aborto o que se opusieron sin poder evitarlo
Otro de los grandes bastiones de Prolife man en la batalla próvida es Fort Hope, «un programa de sanación de hombres, para hombres», que provee de asistencia y apoyo a padres de niños abortados, ya sea con su beneplácito o su oposición.
«Las palabras no pueden describir el dolor y la culpa, que siempre me acompañan. No tengo a nadie a quien culpar sino a mí mismo. Es lo peor que he hecho en mi vida», recoge uno de sus testimonios.
Para ayudarles, ponen a disposición de los padres que lo deseen reuniones telefónicas o por zoom con sacerdotes y miembros de la organización: «Tenemos un método y les guiamos paso a paso, con el objetivo final de la sanación«.
El fundador de la iniciativa menciona que tras días de oración, se vio llamado a incluir en esta iniciativa alguna forma de asistencia espiritual y pastoral. «Nuestro contacto con los hombres es limitado, y al ponerles en contacto con sacerdotes locales, el apoyo puede ser a más largo plazo«, explica.
Hasta ahora, Fort Hope ha atendido a seis hombres y todos ellos han agradecido la ayuda prestada. «Hay una gran necesidad de apoyo para los hombres afectados por el aborto«, menciona Griffith. Especialmente porque si una de cada cuatro mujeres ha tenido un aborto, «las cifras de hombres [afectados] son semejantes».