Autor: Juan Cadarso
Si de algo queda constancia histórica durante los terribles años del nazismo es de la ayuda que brindó el Papa Pío XII, y la Iglesia, a judíos y otras víctimas de este régimen brutal. El testimonio del Gran Rabino de Roma, Israel Zolli (posteriormente se haría llamar Eugenio Pío, adoptando así el nombre de pila, y de Papa, de Pío XII) es todo un ejemplo de ello. Para que el mundo entero pueda tener acceso a las peticiones de ayuda que formularon la víctimas a la Iglesia, y la respuesta de esta, el Papa ha ordenado que se publiquen en Internet 40.000 expedientes.
Las cartas que atendió el Vaticano
«Si hoy le escribo, es para rogarle que me ayude desde la distancia», expresó en un carta, fechada el 17 de enero de 1942, un universitario alemán que estaba prisionero en Miranda de Ebro (España). El joven escribe a una vieja amiga italiana rogándole que recurra al Papa Pío XII para que…