Autor: La divina proporción
El Evangelio de hoy se presta a muchas interpretaciones. En los Primeros Padres, es frecuente la que señala que Cristo no prohíbe enterrar al padre, sino que había otras cuestiones más relevantes por delante. San Ambrosio de Milán lo señala claramente:
No es que se prohíba enterrar al padre, sino que se da la preferencia a la vida de fe sobre las exigencias de la naturaleza. Aquello se deja a los que aún no siguen a Cristo; esto se manda a los discípulos. Mas ¿Cómo pueden los muertos enterrar a los muertos, si no entiendes aquí dos muertes: una de la naturaleza y otra de la culpa? Hay también una tercera muerte, con la que morimos al pecado y vivimos para Dios. (San Ambrosio. Catena Aurea, Lc 9, 57-62)
Personalmente, creo que lo que Cristo encontró fueron excusas. Formas de procrastinar, dilatar, dejar para otro momento, el momento del compromiso cristiano. Pero no miremos a…