por Gianni Valente
El 27 de mayo de 1923, hace exactamente cien años, nacía en Florencia Don Lorenzo Milani. Este aniversario reaviva en torno a la inimitable figura del sacerdote italiano las contrapuestas miradas de siempre. Vuelven a circular los viejos trajes con los que siempre se ha querido enjaezar el alma del prior de Barbiana, el gran «irregular» del catolicismo italiano de la segunda mitad del siglo XX: las máscaras del pacifista utópico, del tribuno de los pobres o -como lo retratan sus detractores- del pequeño déspota jacobino, demoledor de la escuela italiana, inspirador de un clasismo intolerante.
En realidad, el único hábito que le queda bien a don Milani es el que llevaba siempre. El hábito del sacerdote. «Don Lorenzo – comenta uno de los que eran sus muchachos – no es que se pusiera mono de obrero para estar cerca de la gente. Nunca se puso el mono de obrero….
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