«Dijo el Señor Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada» (Gen 2,18). Y esa ayuda fue la mujer, y con el género humano formado por hombres y mujeres, surgió la familia, gran fuerza contra la soledad. Génesis 2,24: «El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne». El matrimonio, en el plan de Dios, genera unidad, y previene de soledades.
Luego llegó la muerte, una fuerza que sí genera mucha soledad… sobre todo cuando no hay hijos ni parientes.
Que la soledad es un problema en la España moderna (envejecida y dañada por las rupturas) es algo ya admitido. Desde 2015 el Observatorio SoledadES (www.soledades.es), con el apoyo de fundaciones y aseguradoras, estudia datos sobre la soledad.
Para los cristianos es interesante porque saben lo que Dios piensa de la soledad: «no es bueno que el hombre…
Autor: Pablo J. Ginés
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
5 maneras de oír lo que Dios te está diciendo
Dios siempre nos habla en diferentes momentos y de diferentes maneras. Esa es la premisa básica del libro Discernimiento del difunto Henri Nouwen, sacerdote católico romano, autor de 39 libros y…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…