Autor: Javier Lozano
Los católicos de Nigeria siguen conmocionados tras la matanza que se produjo durante la misa de Pentecostés en la iglesia de San Francisco Javier en el estado de Ondo. Los obispos nigerianos han exigido al Gobierno que identifique y persiga a los autores de este brutal atentado que ha dejado decenas de muertos.
De este modo, la Conferencia Episcopal de Nigeria advierte a través de su presidente, monseñor Lucius Ugorji: «ningún lugar parece ser de nuevo seguro en nuestro país; ni siquiera el recinto sagrado de una Iglesia».
«Condenamos enérgicamente el derramamiento de sangre inocente en la Casa de Dios. Los criminales responsables de un acto tan sacrílego y bárbaro demuestran su falta de sentido de lo sagrado y del temor de Dios. Si el gobierno no actúa con decisión acerca de una cuestión tan grave se corre el riesgo de acelerar la caída del país en la anarquía», afirma el texto…