Autor: José María Carrera
El de María Eugenia es uno más de los cientos de casos en los que una feliz y prometedora infancia se ve truncada por la ruptura familiar. En su caso, recuerda que tanto en su niñez como en la adolescencia tuvo «un fuerte deseo» de Dios en su vida, fruto de la educación recibida por su madre. Pero la separación de sus padres la desarmó por completo. Tras una fuerte depresión, acudió a la Nueva Era buscando paz y consuelo, sin saber que, en el fondo, estaría «adorando a Satanás«.
Si María Eugenia guarda con especial cariño un recuerdo de su infancia es el de su madre recordándole la importancia de su primera comunión, del significado de la vela encendida al lado del sagrario o de «recibir a Jesús» siempre que pudiese.
Aquella educación le permitiría enfrentar desde los diez años un traumático divorcio tratando de agarrarse a la fe y convencida de querer una vida junto a Dios.
Sin…
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