El 9 de agosto de 1945, Japón sufrió uno de los más sanguinarios ataques realizados por el bloque aliado para obtener la victoria. Con el lanzamiento de la bomba atómica en Nagasaki, cerca de 70.000 personas murieron en el acto tan solo tres días después de una tragedia similar en Hiroshima. La floreciente comunidad de fieles católicos fue una de las más afectadas. En 1945, antes de la bomba, había unos12.000 católicos en la comunidad de Urakami (Nagasaki), pero en tan solo unos segundos se vio reducida a poco más de 3.000.
Lo que en otro tiempo fue una apacible y tranquila ciudad se convirtió automáticamente en un páramo de fuego, cenizas y cadáveres. Takashi Nagai, radiólogo converso al catolicismo, estaba en el hospital cuando recibió el impacto, al que sobrevivió. No fue el caso de su mujer Midori, de la que solo quedaron sus huesos asociados a un rosario que probablemente…
Autor: José María Carrera
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