En el corazón de Castilla, en la bellísima comarca de los Montes de Torozos, al pie del Camino Francés, se custodia nada menos que una espina de la corona de Cristo. La trajo desde Francia, donde Luis VII se la entregó como preciadísimo obsequio, doña Sancha, hermana del emperador Alfonso VII de León y Castilla. Como relicario, la infanta castellana fundó en 1147 el monasterio por ello llamado de la Santa Espina, encomendado al Císter. San Bernardo, el dictador espiritual del siglo XII, no dudó en confiar a su hermano, Nivardo, esa fundación que nos permite contemplar, especialmente en la asombrosa iglesia conventual o en la pequeña joya gótica de la sala capitular, una de las mejores muestras en España de la arquitectura cisterciense, insuperable por su elegancia y poderosa sencillez. El monasterio de la Santa Espina es una de esas maravillas de la España hoy casi…
Autor: Rafael Sánchez Saus
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
Adoración Perpetua: Qué es y por qué cambiará tu vida
La adoración perpetua o eucarística es un método de oración personal profunda que durante siglos muchos santos han recomendado practicar. Sigue leyendo este artículo para que conozcas más detalles que…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…



















