Saber escuchar, o escucha activa, es la habilidad de prestar atención a lo que dice otra persona, comprendiendo no solo las palabras, sino también las emociones y perspectivas subyacentes. Implica un interés genuino por lo que se comunica, y va más allá de oír; es un proceso activo de interpretación y respuesta. (Resultado búsqueda en Google)
Si bien lo anterior es el resultado de una búsqueda en Google, podemos confiar que al menos- aparentemente y en lo fundamental, es una respuesta confiable.
Google, además, describe los beneficios de la escucha activa y cómo desarrollarla.
Esta descripción general de la escucha activa carece del aspecto de antropología cristiana como sería, para empezar, que a todos nos ha creado Dios con dignidad humana. A partir de lo fundamental, es que cualquier bautizado tendría que proponerse escuchar, pero no sucede y es por…
Autor: Maricruz Tasies.Riba
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