Un paquistaní de nombre M.A.M., musulmán que se convirtió al cristianismo en Europa, ha visto reconocido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo el derecho de asilo que le habían negado los tribunales de Suiza, donde reside. Los jueces han sentenciado que su vida corría peligro si regresaba a su país de origen.
La sentencia, con fecha del pasado martes, la dio a conocer el Centro Europeo para el Derecho y la Justicia (ECJL, por sus siglas en inglés) que dirige Grégor Puppinck, especializado en la defensa de la vida, la familia, la libertad de enseñanza y la libertad religiosa en el ámbito de la Unión Europea.
En los últimos tiempos, informes del ECJL han demostrado los vínculos de los jueces del TEDH con las ONG financiadas por Georges Soros, lo que imprime un importante sesgo ideológico a muchas de sus sentencias y refuerza el mérito de quienes defienden ante ellos los principios del derecho natural y cristiano.
La realidad de Pakistán
La asociación de Puppinck intervino en el caso de M.A.M. aportando al TEDH información de primera mano sobre la situación de los cristianos en Pakistán, proveniente de su delegación en el país, donde ejerce la asistencia legal a la minoría cristiana perseguida.
Ése era el punto clave, pues las autoridades helvéticas no ponían en duda que la conversión de M.A.M. era sincera y no iba orientada a obtener el estatus de refugiado. Sin embargo, consideraban que el hecho de haber abandonado el islam no le supondría graves problemas en Pakistán.
En un exhaustivo informe, el EJCL demostró que precisamente ése es el caso paquistaní.
-Las minorías religiosas en Pakistán, lo que incluye a los cristianos conversos del islam, sufren persecución, violencia y discriminación por parte del estado.
-Esta persecución estatal la llevan a cabo también autoridades no estatales y la propia presión social, que los considera apóstatas y penalizables por la ley islámica o sharia.
-Se dan casos de conversiones forzadas de esas minorías al islam para asimilarse a la religión oficial del Estado.
-Las acusaciones de «blasfemia» están severamente castigadas, lo que incluye toda forma de crítica al islam. En este sentido fue mundialmente conocido el caso de Asia Bibi, quien tras ver conmutada la pena de muerte dictada contra ella tuvo que huir del país y vive con su familia en Canadá.
Amparo a los conversos en peligro
De todo esto se aportaron pruebas provenientes de los propios casos asesorados por el ECJL, además de informes internacionales. En la sentencia fue decisivo el hecho de que los tribunales suizos habían estudiado la situación de los cristianos en Pakistán (donde formalmente tienen reconocidos ciertos derechos), pero no el caso especial de los conversos del islam al cristianismo, sobre quienes se ciernen los mayores riesgos. El TEDH admitió las alegaciones de M.A.M., de que esos riesgos no habían sido adecuadamente valorados por los jueces suizos, y por tanto su expulsión de territorio europeo violaría los artículos 2 y 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos.
En efecto, el TEDH protege contra la expulsión a quienes puedan enfrentarse en su país a sentencias de muerte, torturas o trato degradante en aplicación de la ley, con riesgo de su integridad física y moral.
Este caso es el tercero en los últimos años que refuerza el amparo europeo a los conversos del islam al cristianismo, tras la sentencia de 2016 contra Suecia, en amparo de F.G., un converso iraní, y la de 2019 también contra Suiza, en amparo de A.A., converso afgano.