“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”, decía Woody Allen, y tenía mucha razón. Pero a los educadores, padres, profesores o simples ciudadanos – educar educamos todos-, hay otro futuro que nos preocupa, el de nuestros niños y jóvenes. ¿Cómo podemos prepararlos para ese futuro?
La preocupación es tan vieja como la propia humanidad porque los niños no vienen dotados genéticamente con todas las herramientas que necesitan para sobrevivir. Ese déficit genético es el que suple la cultura y la .educación
Pero educar no se puede reducir a la mera transmisión del pasado por muy glorioso que fuera – que nunca lo fue, salvo en la indulgencia de la memoria-. Mantener los pilares del pasado sí, pero inmovilizarse en ellos es un rancio tradicionalismo que el dinamismo de la vida misma se encargará de ridiculizar. Respeto y…
Autor: Por mí, que no quede
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…