En el Ángelus, el Papa Francisco reflexionó sobre el primer milagro de Jesús en las bodas de Caná, destacando cómo el relato anticipa toda su misión al traer el «vino nuevo» de la salvación.
Subrayó dos conceptos centrales: la carencia humana y la sobreabundancia divina. En la vida, enfrentamos momentos de falta, como cuando las preocupaciones y los temores nos quitan la alegría y la esperanza. Sin embargo, el Papa recordó que Dios responde a nuestras carencias con generosidad, llenando nuestras vidas con su amor abundante y eterno. Invitó a confiar en esta gracia y a vivir con la certeza de que Dios siempre desea compartir su sobreabundancia con nosotros.
Tras la oración, expresó su gratitud por el alto al fuego en Gaza y animó a que se respete para facilitar la paz y la reconciliación entre israelíes y palestinos. También celebró la liberación de presos en Cuba…
Autor: redaccioninfovaticana
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