Autor: Carlos Esteban
James Martin, el mediático sacerdote jesuita perejil de todas las salsas LGTBI, lo ha vuelto a hacer. En la revista de la asociación católica LGTBI Courage ha escrito una tribuna explicando por qué es partidario de celebrar este mes como el mes del Sagrado Corazón y el mes de Orgullo Gay, es decir, por qué un sacerdote puede animar a celebrar el orgullo al mismo que tiempo que la suprema humildad, la glorificación de una condición que la Iglesia juzga intrínsecamente desordenada y la del amor que tiene por los hombres el Hijo de Dios.
Ya nos explicó en una tribuna previa que el “orgullo” del Orgullo no es del malo, sino del bueno; que no es soberbia, sino de esos orgullos legítimos que nos hacen estar orgullosos de lo que somos, aunque no llega a explicar por qué nadie habría de sentirse orgulloso, en un sentido ‘bueno’ o ‘malo’, por el sexo de las personas…