Autor: redaccioninfovaticana
(Catholic Culture/Phil Lawler)-En un pontificado marcado por declaraciones desconcertantes, Desiderio Desideravi, la carta apostólica sobre la liturgia eucarística publicada el 29 de junio, es uno de los documentos más curiosos.
Después de comenzar con una serie de meditaciones sobre la incomparable belleza de la Eucaristía, y la centralidad de la liturgia para la vida de la fe, el Papa Francisco comete un atronador non sequitur, afirmando -sin pruebas ni explicaciones- que los cambios litúrgicos introducidos después del Vaticano II pueden por sí solos revivir la correcta comprensión de la Misa.
«Mantengamos la comunión», escribe el Papa en su conclusión. «Sigamos asombrándonos por la belleza de la Liturgia». Ningún católico creyente puede disentir de estos deseos. Pero nada en esta carta apostólica explica por qué el Pontífice cree que se ha avanzado en esos…