Autor: Javier Lozano
El feminismo radical quiere seguir imponiendo su agenda política y social en todo el mundo, algo que en mayor o menor medida ya está logrando en muchos países. Pero para conseguirlo quiere dinero, mucho más dinero. Y además de las enormes políticas públicas que favorecen al feminismo, estos grupos quieren que multimillonarios como Bill y Melinda Gates, Soros y otros autodenominados filántropos hagan un gasto extra.
Un informe realizado por importantes asociaciones feministas a nivel mundial ha instado a estos multimillonarios a invertir 6.000 millones de dólares más en organizaciones feministas hasta 2026, es decir, unos 1.500 millones anuales, como una “forma de realizar el cambio transformador” que el mundo necesita.
Para demostrar que esta inversión es efectiva el informe cita la liberalización del aborto en Argentina, Irlanda o México que se ha dado en estos últimos años.
Tal…