Ante la pregunta de si se puede dejar de ser homosexual y hacerlo al margen de las llamadas terapias de conversión, la respuesta generalizada es un rotundo «no», asumiendo que, como mucho, solo es posible la «represión» de una tendencia que siempre estará ahí. Pero de entre los muchos casos que refutan esta sentencia, el de Tove y Bjørn Refstand es especialmente representativo.
Residentes en Tørboda (Suecia), se encuentran celebrando sus 36 años de un feliz matrimonio. Cuentan a Christian Network Europe que hubo un momento en su vida en que se convirtieron en personas «completamente nuevas», en la que «lo viejo desapareció y todo se volvió nuevo«. Incluidas las prácticas y relaciones homosexuales de ambos e incluso adicciones que conllevarían sórdidas y agresivas «terapias de choque».
Una infancia dura desencadenó problemas de identidad
En el caso de Bjørn, empezó a…
Autor: José María Carrera
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…
5 maneras de oír lo que Dios te está diciendo
Dios siempre nos habla en diferentes momentos y de diferentes maneras. Esa es la premisa básica del libro Discernimiento del difunto Henri Nouwen, sacerdote católico romano, autor de 39 libros y…
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…