“Mi pueblo aún conserva mucha vitalidad, un fuego interior desbocado y medio salvaje…”

Redacción (21/12/2024, Gaudium Press) Mi pueblo aún conserva mucha vitalidad, un fuego interior a veces desbocado y medio salvaje, que las personas emplean en hacer y pensar en la lucha de la vida, en meditar en las cosas necesarias para la subsistencia, comúnmente dejando de lado las trascendentales.
Mi pueblo, casi que todo él construido por la Iglesia, venida en sangre enfrascada de España sumada a unos naturales no tan belicosos, es, en este mundo de ateísmo práctico, un oasis donde se conserva mucha fe, una fe que llamaría intuitiva. Fe de carbonero, pero sensible y vivaz, sin hollín ninguno. Ellos, los de mi pueblo, saben que Dios existe, es como si lo olieran en el ambiente, pero no les pidan que expliquen esa fe, pues no serían capaces. Es que en mi pueblo muchas cosas son…
Autor: Saul Castilblanco Mosos
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