Siempre me ha impresionado mucho cierto pasaje de El demonio de la perversidad, una de las ‘narraciones extraordinarias’ de Edgar Allan Poe que acaso no se cuente entre las más memorables literariamente hablando; pero que, desde luego, nos ofrece un diagnóstico escalofriante sobre la enfermedad que gangrena nuestra época, que no es otra sino el apetito autodestructivo. Permítaseme reproducir por extenso a Poe: «Nos hallamos al borde de un precipicio. Contemplamos el abismo. Sentimos vértigo y malestar. Nuestra primera intención es retroceder ante el riesgo. Pero, inexplicablemente, no nos movemos de allí. Paulatinamente, el malestar, el vértigo y el horror se confunden en un nebuloso e indefinible sentimiento. De forma gradual, […] adquiere forma un sentimiento que hiela hasta la propia médula de nuestros huesos y les inculca la feroz delicia del horror. Nos asalta esta…
Autor: Juan Manuel de Prada
Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
7 pasos para una parroquia: de tener «consumidores de sacramentos» a multiplicar los discípulos
«Id y bautizad y haced discípulos», pedía Jesús. Las parroquias, bautizar, bautizan. Bautizan a cualquier bebé que les lleven. Pero ¿hacen discípulos? Un discípulo es alguien que tiene una relación…
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
Las 35 apariciones de la Virgen María
Descubre aquí las apariciones y el mensaje de las 35 apariencias de la Virgen Maria que la Iglesia Católica reconoce. Nuestra madre María se hace presente en cada rincón del…