El que había llegado corriendo y arrodillado ansiosamente ante Nuestro Señor, salió de su presencia triste y abatido. Prefirió preservar sus bienes terrenales, despreciando –hecho inédito en el Evangelio– el “tesoro en el cielo” ofrecido por Dios mismo.
Nuestro Señor con el joven rico – Igreja de San Vendelino, Saint Henry (EUA) – Foto: Nheyob (CC by-sa 3.0)
Redacción (13/10/2024 16:06, Gaudium Press) El Nuevo Testamento nos presenta innumerables ejemplos de la llamada hecha por el propio Jesús a los elegidos para ser sus Apóstoles. Ve a Mateo en la oficina del publicano y le dice: “Sígueme” (Mt 9, 9); En el camino a Damasco, San Pablo es arrojado al suelo y, al escuchar la voz que lo interroga, responde: “Señor, ¿qué quieres que haga?” (Hch 9, 6); lleno de asombro tras la pesca milagrosa, Pedro se postra ante el Maestro, exclamando: “Apártate de…
Autor: Saul Castilblanco Mosos
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..



















