El que había llegado corriendo y arrodillado ansiosamente ante Nuestro Señor, salió de su presencia triste y abatido. Prefirió preservar sus bienes terrenales, despreciando –hecho inédito en el Evangelio– el “tesoro en el cielo” ofrecido por Dios mismo.
Redacción (13/10/2024 16:06, Gaudium Press) El Nuevo Testamento nos presenta innumerables ejemplos de la llamada hecha por el propio Jesús a los elegidos para ser sus Apóstoles. Ve a Mateo en la oficina del publicano y le dice: “Sígueme” (Mt 9, 9); En el camino a Damasco, San Pablo es arrojado al suelo y, al escuchar la voz que lo interroga, responde: “Señor, ¿qué quieres que haga?” (Hch 9, 6); lleno de asombro tras la pesca milagrosa, Pedro se postra ante el Maestro, exclamando: “Apártate de…
Autor: Saul Castilblanco Mosos
Las profecías de León XIII y su exhortación a rezar el rosario
El Papa León XIII escribió en muchas de sus encíclicas, entre ellas una que cumplió 130 años el pasado 22 de septiembre, Octobri mense, la importancia de rezar el Santo Rosario…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…