Autor: Diego Lanzas
Su Eminencia don Juan José Omella, para los amigos Juanjo, tiene un plan y un clan. Es el unánime parecer en la Comunidad de Lanceros. Nuestro corresponsal en Aragón, allí dónde el de Cretas aprendió las primeras artimañas a la sombra del siempre olvidado Elías Yanes, alias El llanero solitario, nos ha puesto sobre aviso sobre el plan de su Eminencia Reverendísima el cardenal Juanjo o don Juanjo, para los amigos.
Hay quien se preguntaba, dentro de la Comunidad de Lanceros, por qué Omella tiene tanto poder con el Papa. La primera vez que fue a ver al Papa Francisco se presentó como el obispo del vino. No porque bebiera, ni mucho menos. Entonces era el obispo de La Rioja, tierra eximia de caldos. Quizá por eso corre por ahí la leyenda de que cuando preguntan qué se le puede regalar a su Eminencia, los adjuntos contestan que todo menos libros.
La clave de la relación…