El Jubileo, también conocido como Año Santo, es un tiempo de gracia, perdón, renovación espiritual y reconciliación con Dios y los demás. Se puede celebrar en cualquier momento que dictamine el Papa, aunque la norma suele ser cada 25 años; de ahí que ahora tengamos el de 2025.
Esta celebración encuentra su raíz en la tradición judía. El Libro del Levítico nos habla del año jubilar (Lv 25,10), que el pueblo de Israel celebraba cada 50 años. Así, tomando como base esta práctica ancestral, la Iglesia decidió hacer lo propio a partir del año 1300, con una frecuencia que inicialmente fue de 50 años, pero que más tarde pasó a establecerse cada 25 años. Parece ser el deseo de Dios derramar su misericordia con mayor frecuencia.
Lo cierto es que, sea cual sea la periodicidad, los años jubilares apuntan hacia el año 1, el primero de nuestra era, que lógicamente toma…
Autor: Ignacio del Villar
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