La Organización Mundial de la Salud explica que “el síndrome de burnout se conceptualiza como resultado de un estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha gestionado con éxito”. Pues bien, aunque la Iglesia abarca realidades más amplias que las laborales, es un hecho que, entre nosotros, como católicos inmersos en diversos proyectos pastorales, podemos agotarnos al punto de caer en un activismo desenfrenado que bien puede relacionarse con el “burnout” y que, además de ser dañino para la salud, afecta también la calidad de nuestra vida interior. Es verdad que tenemos que ser eficientes y prepararnos continuamente para el apostolado, pero esto nunca debe debilitar nuestros momentos de oración, pues ninguna vocación se sostiene cuando Dios pasa a un segundo plano.
Autor: Carlos J. Díaz Rodríguez
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…
¿Cómo ayudar a las Almas de tu familia en el Purgatorio a llegar al Cielo?
“No basta ser santo ante los hombres, sino que hay que serlo delante de Dios. ¡Recen por mí!”. Palabras impactantes del Monseñor Marengo, Obispo de Carrara, a una religiosa de María Auxiliadora…
Encontraron en Dios, la libertad y paz interior que tanto necesitaban
Los mensajes de Dios llegan en el momento menos esperado. Aunque muchas veces, hemos escuchado historias de conversión precedidas por fuertes acontecimientos, como accidentes o enfermedades, también existen conversiones, gracias…


















