La Semana Santa es sagrada. Y en España, más. Esta es una de las muchas razones, además de las religiosas, por las que hay que cuidar las formas. No estamos ante un carnaval, ni una fiesta deportiva. Además de vivir una tradición, los fieles rezan por tantas cosas que hay que rezar y hacen estaciones de penitencia por sus pecados.
Por eso, no es tolerable admitir ciertas actitudes. «Debido a las lluvias, hasta tres hermandades (La Palma, Prendimiento y Nazareno del Amor) tuvieron que resguardarse en la parroquia. Esto provocó un caos que han querido denunciar en una carta», recoge La Voz de Cádiz.
La carta dice así:
«El Cabildo Catedralicio quiere expresar su profundo malestar ante los siguientes hechos y actitudes inapropiadas producidas por los fieles que formaban parte de los cortejos de las cofradías, en el interior de la S.A.I. Catedral de Cádiz:
1. Rompiendo el silencio penitencial y sin guardar el respeto que requiere un templo sagrado.
2. Causando desperfectos materiales.
3. Tirando desperdicios alimenticios (lo que ha supuesto duplicar el equipo de limpieza).
4. Impidiendo el normal desenvolvimiento de la actividad catedralicia en días próximos.
El Cabildo Catedral exige al Consejo Local de HH y Cofradías que tome urgentemente las medidas oportunas y pide que se actúe con ejemplaridad cristiana y el orden previsto para evitar así nuevas situaciones parecidas a las de ayer. Así mismo, consiguientemente, este Cabildo se reserva el derecho de actuar en consecuencia actualmente y en lo sucesivo».
Una reprimenda en toda regla, quizás algo dura pero imprescindible para llamar la atención a los cofrades.
Zenón de Elea.