Hace 35 años el sacerdote Antonio Cano de Santayana, fallecido el pasado 16 de enero, desembarcaba en Talavera de la Reina (Toledo) enviado por el cardenal Marcelo González Martín, destinado a la parroquia de Jesucristo Redentor y para trabajar en el apostolado con los jóvenes. Un año después se unirían los sacerdotes Carlos Sobrón Suances (actualmente miembro de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y destinado en San Sebastián) y Arturo José Otero García (actualmente en la diócesis de Alcalá de Henares).
Autor: REL
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