Autor: Javier Lozano
Luuk Jansen nació en Holanda y en su entorno no conocía a nadie que fuera católico. De familia no creyente, vivía en el norte del país y lo máximo que veía eran a algunos protestantes. Pero años después y siendo ya un prometedor ingeniero e investigador, descubrió a Dios precisamente a través de la ciencia hasta que se enamoró tanto de ese Creador que decidió dedicarle su vida entera. Ahora es fraile dominico en Irlanda.
En una entrevista en el programa Cambio de Agujas de Euk Mamie, este joven explica que no sabía nada de la fe. Él estudiaba en colegios públicos en Holanda y en ellos no había asignatura de religión, únicamente impartida en colegios cristianos.
Vivía indiferente al hecho religioso. Sólo recientemente supo que su abuela se había convertido al catolicismo a una edad avanzada.
«No era necesario tener un Dios»
Llegó a la Universidad y allí estudió Ingeniería Química….