Hay un momento en que uno deja de enfadarse y empieza simplemente a mirar al suelo, con la resignación de quien asiste al festival de su hijo sabiendo que su hijo ya tiene 22 años y entradas en el pelo.
Eso mismo ocurre al leer Dilexi te, la primera exhortación de León XIV. No indigna: avergüenza.
Es el bochorno sereno de descubrir que nuestro Papa escribe como un redactor de ONG con sensibilidad “humanista” y alergia al dogma.
Nada grave, dicen algunos. Solo el detalle de que el sucesor de Pedro habla como si trabajara para Save the Children.
Una teología de los cartones
Todo empieza mal con una frase que resume el tono general:
«En un mundo donde los pobres son cada vez más numerosos…»
No, Santidad, no lo son. Los pobres, en sentido material, son menos que nunca; los pobres en sentido espiritual, probablemente más, pero usted no parece referirse a esos.
El texto…
Autor: Carlos Balén
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…
La ciencia confirma el tipo de sangre que se encuentra en hostias investigadas en milagros eucarísticos
La ciencia lo confirma: se encuentra la misma sangre tipo AB en hostias investigadas en milagros eucarísticos acaecidos en diversos
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…



















