Autor: José María Carrera
Lo que le sucedió al detective Arthur Brand la noche del pasado viernes bien podría ser un digno guión de Steven Spielberg. De hecho, es conocido por especialistas y por los protagonistas del mercado negro como «el Indiana Jones del mundo del arte». Su última hazaña lo justifica, pues ha recuperado uno de los objetos sagrados más valorados no solo por los católicos, sino por todo aficionado al arte y la cultura.
Se trata del relicario conocido como la «Preciosa Sangre de Cristo». Robado en Francia el pasado 2 de junio, se dice que podría contener o haber contenido gotas de la Sangre de Jesucristo, recogidas por José de Arimatea de las heridas de Cristo en la Cruz.
Eran las 22:30 del viernes cuando Brand escuchó el timbre de su puerta. Al salir, no había nadie, excepto una caja de cartón que contenía el relicario con forma de iglesia. Antes de ser robado, había sido custodiado…